El término Halal (Jalal o Halaal) se entiende como lo permitido, saludable o ético y es el procedimiento
mediante
el cual se verifica y acredita que el contenido y proceso de manufactura de un producto esté de acuerdo
con lo establecido en la normativa Islámica, así como su trazabilidad, en el caso de los animales vivos.
En principio, todos los alimentos son Halal exceptuando aquellos catalogados como Haram (prohibido), como el
cerdo, los animales sacrificados incorrectamente, el etanol y otros tóxicos, la sangre, entre otros.
El certificado de acreditación Halal es indispensable para exportar cualquier producto destinado a ser
ingerido, como alimentos procesados, medicamentos y materias primas, también es aplicable a productos de uso
personal, como cosméticos y medicamentos de uso externo, al turismo, la banca, el comportamiento y demás que
forma parte del manual de vida.
La forma más sencilla para identificar si un producto cumple o no con la Normativa Islámica es la
certificación Halal
En términos generales, esta normativa dicta que para que un producto pueda ser considerado Halal, tanto los procesos de fabricación, como los ingredientes que se utilicen en los mismo, la crianza de animales vivos y el cuidado de la piel, deben estar libres de cualquier elemento considerado Haram (ilícito o impuro).
La certificación halal tiene vigencia de un (1) año para productos procesados en general, periodo durante el cual se deberán admitir visitas relámpago de la entidad certificadora, para confirmar que los procesos estén cumpliendo con los requisitos de la norma islámica.